La guía MICHELIN France 2017 incorpora 70 nuevos restaurantes con estrellas, una cifra récord en los diez últimos años. En total, la selección recompensa 616 establecimientos con estrellas.
Este año, el restaurante 1947, ubicado en el hotel Cheval Blanc, de Courchevel, logra tres estrellas MICHELIN. El chef Yannick Alleno, ya distinguido con tres estrellas en su restaurante Pavillon Ledoyen, de París, propone en esta mesa excepcional una experiencia gastronómica fuera de serie.
“El chef Yannick Alleno y su equipo proponen una verdadera lección de alta cocina en 1947: una experiencia memorable que, sin ninguna duda, merece el viaje y que seducirá los paladares de los mayores gourmets del mundo”, ha comentado Michael Ellis, director internacional de las guías MICHELIN. “Su trabajo entorno a las salsas, resultado de largas investigaciones sobre la extracción y la fermentación, junto con un perfecto dominio de las técnicas y del maridaje de sabores, son la promesa de una cocina emocionante. Una cocina que pone en valor la riqueza de la región de Saboya, puesto que el chef usa productos locales como el salvelino, los crozets, el corégono e, incluso, hierbas de montaña”.
La selección 2017 incluye también 12 nuevos restaurantes dos estrellas: Le Pressoir d´Argent- Gordon Ramsay y La Grande Maison de Bernard Magrez, en Burdeos, Le Pré-Xavier Beaudiment, situado en Clermont-Ferrand, Le Montgomerie y Le Kintessence, en Courchevel, La Maison des Bois-Marc Veyrat, en Manigod, La Grenouillère, en Madeleine-sur-Montreuil, Kei, La Table de l´Espadon y Clarence, en París, L´Hostellerie de Plaisance, en Saint Emilion, y, por último, Gindreau, en Saint-Medard.
Repartidos por el todo el territorio francés, otros 57 restaurantes obtienen su primera estrella en la edición de 2017 de la guía MICHELIN, prueba de la vitalidad y la estrecha relación gastronómica entre las regiones del país. Este es el caso, por ejemplo, del Norte y el Paso de Calais, donde el restaurante La Liegeoise, en Wimereux, y Haut Bonheur de la Table, en Cassel, consiguen por primera vez una estrella, pero también de Ardèche, con W, en Annonay, e, incluso, de las Landas, con Le Hiltau.
Este año, los inspectores han constatado también que los chefs continúan prefiriendo una cocina desacomplejada, preocupados por la huella ecológica y económica de su trabajo. Conscientes de los límites de la naturaleza y respetuosos con las propuestas de los productores, los cocineros cada vez más, tienden a elaborar cartas cortas, como Pertica, en Vendôme, que propone un único menú.