Los técnicos del Grupo han trabajado en sus instalaciones para desarrollar neumáticos exclusivos para equipar el ‘Robocar’, el futuro vehículo para esta competición, compartiendo su experiencia de más de 125 años con los organizadores de la prueba.
Los organizadores de esta carrera se asocian con los mejores proveedores del mundo para desarrollar al máximo la conducción autónoma. Así, Michelin es el tercer socio que Roborace ha escogido a nivel mundial, tras Nvidia, que dotará al ‘cerebro’ del Robocar A.I. con la tecnología Drive PX2, y Charge, el fabricante de camiones eléctricos que proporcionará la electrónica de potencia.
En esta competición, los neumáticos son fundamentales, ya que deben ser capaces de asumir las velocidades y las exigencias de este nuevo formato de carreras. Los neumáticos deben ser adecuados, además, para su uso en vehículos convencionales de serie, puesto que uno de los objetivos principales de esta prueba es desarrollar software y hardware que acelere la comercialización de la tecnología de conducción autónoma, lo que redundará en beneficio del consumidor final.